jueves, 25 de febrero de 2010

Whale drags trainer off platform in fatal attack

SACRED TO THE MEMORY OF ROBERT LONG, WILLIS ELLERY, NATHAN COLEMAN, WALTER CANNY, SETH MACY,AND SAMUEL GLEIG, Forming one of the boats’ crews OF THE SHIP ELIZA Who were towed out of sight by a Whale, On the Off-shore Ground in the PACIFIC, December 31st, 1839.THIS MARBLEIs here placed by their surviving SHIPMATES.

¿En qué censo de criaturas vivas se incluyen los muertos de la humanidad? ¿Por qué hay un proverbio universal que asegura que los muertos no dicen nada, aunque guarden más secretos que las arenas de Goodwin? ¿Por qué anteponemos al nombre de quien ayer mismo partió hacia el otro mundo una palabra tan significativa y pagana y, sin embargo, no utilizamos esa expresión, la de fallecido, si se embarca hacia las más remotas de las Indias de esta tierra viva? ¿Por qué las compañías de seguros de vida pagan una prima por la muerte de quienes son inmortales? ¿En qué parálisis eterna e inamovible, en que trance fatal y desesperado yace aún aquel antiguo Adán que falleció hace más de sesenta siglos? ¿Por qué nos negamos a hallar consuelo por la pérdida de quienes, según afirmamos, viven en una inefable bienaventuranza? ¿Por qué todos los seres vivos se esfuerzan tanto en hacer callar a los muertos, hasta el punto de que el mero hecho de llamar a una tumba podría aterrorizar a toda una ciudad? Se trata de cosas que no carecen de significado, precisamente.

Pero la fe, al igual que los chacales, se alimenta entre las tumbas y, de esos dilemas mortales, extrae su esperanza más vital.”

-Moby Dick-

martes, 23 de febrero de 2010

Recuerdos

Hay experiencias que marcan un antes y un después en la vida de las personas. El sujeto que las vive no se da cuenta de ello hasta que pasa cierto tiempo, quizás un poco, quizás mucho, o quizás puede que no llegue nunca a ver la trascendencia de aquello que vivió... Mi viaje a la Antártida hace ya 18 años fue una de esas experiencias y a la que siguieron muchas otras.

Ha sido en la primera página con la que Herman Melville abre su obra Moby Dicky donde he encontrado la inspiración para comenzar un blog que desde hacía bastante tiempo no sabía cómo ni por dónde empezar. No se donde me va a llevar ni donde ni como podrá terminar, pero eso no me importa. Tampoco Ismael lo sabia. Lo que le llamaba era algo tan profundo e inmenso como el oceano mismo, el querer soltar las amarras que lo mantenian sujeto a tierra firme, y el deseo de que alguien compartiese los mismos sentimientos hacia el oceano...

Hacerse preguntas hondas, asombrarse y comprometerse con la realidad del mundo en que vivimos

"Call me Ishmael. Some years ago—never mind how long precisely—having little or no money in my purse, and nothing particular to interest me on shore, I thought I would sail about a little and see the watery part of the world […] There is nothing surprising in this. If they but knew it, al­most all men in their degree, some time or other, cherish very nearly the same feelings towards the ocean with me."

-Moby Dick-

lunes, 22 de febrero de 2010